19 enero, 2010

Rozando el desamor

Sigmund Freud decía que lo contrario del amor no era el odio sino la indiferencia. Pienso exactamente lo mismo, finalmente el amor y el odio están tan juntitos que podemos pasar de un estado al otro sin darnos cuenta, pero la indiferencia es fría y cruel.

Indiferencia: Que no despierta interés o afecto.

No es que se prefiera el odio a la indiferencia pero esta claro que duele más que el odio, esa falta de interés es lo que carcome.


¡HELP! Apenas abrimos los ojos por la mañana y buscamos lo que se convirtió en una prolongación de nuestro cuerpo, el celular, esperando encontrar una llamada o mensaje de texto. Revisamos el mail -más veces de lo común- y sólo encuentras una cadenita de un perfecto desconocido.
Esa falta de interés se empieza a notar en discusiones más frecuentes, desmotivación, las críticas constantes sobre nuestro comportamiento, amigos, manera de vestir y un sin fin de críticas.


La indiferencia y sus respetables motivaciones:

-Tus escenitas le causan confusión e incomodidad y le parece injusto que lo quieras obligar a hacer lo que no le nace y es donde tú te vuelves cada vez más demente y el otro más frío y maduro....

-Algunas personas usan la indiferencia como defensa (defendiendo la dignidad). Si tú eres de carácter fuerte, dado a discutir y reaccionas de manera exagerada, el otro puede llegar a la conclusión de que no se puede hablar contigo porque no razonas y eres muy visceral (aunque después te arrepientas) y que no tiene caso hablar contigo al juzgarte de necio o inflexible y que no van a llegar a un acuerdo mutuamente satisfactorio. Acabará por “darte el avión” , evadirte o dejarte.

-Por berrinche o capricho usará la indiferencia como castigo. Su disgusto lo expresa dejándote de hablar, con actitudes de desinterés hacia tu persona o a la relación y no tomándote en cuenta para actividades y decisiones, mucho menos para su vida.

-Hay otra persona de por medio. Si nuestra pareja tiene los ojos puestos en otro lado, tú pasarás a segundo término. Como ya no se emociona ni se entusiasma con tu compañía, el tiempo que antes te dedicaba ahora están enfocados en otra persona.

-La relación se está volviendo aburrida. Por supuesto que es responsabilidad de ambos mantener viva la “chispa”, pero hay ocasiones en que un miembro de la pareja sigue creciendo e interesándose en nuevas actividades y el otro se estanca, toma actitudes negativas, se rehúsa a compartir los pasatiempos o intereses de su compañero y eso hace que se vayan alejando poco a poco.

-Para generar reacción en el otro. Sólo fingirá que le eres indiferente, una artimaña utilizada por algunos.





Si llegamos a sospechar que ya no hay interés o que por culpa de nuestra poca hablilidad y capacidad para amar, por inmadurez, escasa cultura e inteligencia, infelicidad, traumas, hábitos y/o soledad, o de plano ya sentimos la verdadera indiferencia...

Apliquemos lo que decía Amado Nervo: “Quiero a la que me quiere y olvido a la que me olvida”.

Amado, ante todo amor propio o ¿Dignidad?