02 junio, 2010

Mundial 1, Esposa 3

Debido a que empieza la temporada del mundial me veo en la necesidad de recordarle a mis lectoras ...... ¡Señoritas, QUE NO CUNDA EL PÁNICO!





Para muchas mujeres el asunto del futbol puede llegar a ser un verdadero problema. Dice el dicho: “Si no puedes con el enemigo, únetele”. No dejes que el futbol se convierta en un conflicto: puedes llegar a un acuerdo con tu pareja y disfrutar de este (extraño) deporte a su lado (¿o no les parece simpático que veintidos cuates anden tras una pelotita?).


Señoritas: si quieren que sus esposos las consientan más, apapáchenlos los domingos y disfruten del fútbol en familia, sobre todo en tiempos actuales del mundial.


Eviten tratar de cambiar a su hombre. No van a dejar de ser fanáticos del Arsenal, del Santos, del Chicago Fire, del Barça, del TRI, del Millonarios, del PSV Eindhoven, y ya cuando muy boquibajos, hasta del Atlas. Tampoco les van a quitar ese gusto que han tenido, en la mayoría de los casos, desde niños (sí: seguramente veintidós chamaquitos pateaban una lata). Si tratan de impedir que sigan este deporte, sólo lograrán que él prefiera irse con los amigos, que esté a disgusto o que haya problemas entre ustedes por un partido que sólo dura 90min y que podemos llegar a entender (eso sí: no nos pidan ser jueces del fuera de lugar) y hasta compartir.


¿Qué pasaría si fuéramos nosotras las fanáticas de este deporte?


Platica con él y busca llegar a un acuerdo de intercambio, tal vez tú no te sentarás a ver el fútbol los 90 minutos, sus repeticiones, el análisis, los comentarios del análisis, el jugador del partido y hasta los créditos, pero sí le puedes a preparar las micheladas para que disfrute del partido y cuando éste termine él bien te puede llevar a ver la película que tu escojas o salir de compras. Así los dos cederán de manera equitativa y estarán satisfechos.

Por otro lado, puedes hablar con él y darse espacio el fin de semana para tener tiempo personal. Es decir, mientras él ve el Pachuca – Tecos (tal vez él no le va a ninguno, pero siempre va a influir en el grupo, en la tabla del descenso, o en la clasificación general), tú te vas con tus amigas, de shopping o depilarte. En fin, el caso es que tú aproveches el tiempo y no te sientas desplazada o aburrida. Si definitivamente no te entra el soccer, negócialo y no tendrán problemas.

Puedes sacarle más provecho al mundial de lo que crees, sin necesidad de prestarle atención concentrada a José Ramón o al Perro Bermúdez:

- Interésate en este deporte: investiga de que se trata. Demuéstrale que también puedes integrarte: pídele que te explique lo que no entiendes. Él agradecerá que te intereses por cosas que le gustan y como resultado obtendrás lo mismo, él poco a poco también mostrará involucramiento en tus cosas.

- Cuando haya partidos, haz reuniones en tu casa. Puedes invitar a sus amigos con sus respectivas parejas y hacerte amiga de ellas. Mientras ellos ven el partido, ustedes pueden tomar el cafesín y platicar un rato. Esto te ayudará a ampliar tu círculo de amistades. En una de esas podrías encontrar una muy buena amiga, y todo ¡gracias al futbol!

Si quieres un muy buen tip, trata de hacerlo pasar un momento padrísimo mientras ven el futbol juntos para que de esta forma él prefiera estar contigo en lugar de con “sus amigotes” y si después de ver el partido te lleva a pasear a algún lado, también agradécelo y pásala bien, verás que si disfrutas con él sus gustos. En un futuro él querrá estar contigo antes de querer quedarse a ver el fútbol.

Recuerda que no hay mal que por bien no venga: el futbol puede desunir, o unir. Depende de cómo lo quieras ver… y en el fondo no puede ser tan aburrido, si le ponemos un poquito de creatividad y diversión.




Fidelidad con fecha de vencimiento




No hablo sólo de un contrato de cotidianidad firmado (he de confesar que eso significaba el matrimonio para mi), hablo del compromiso que adquirimos con nosotras mismas al querer compartir nuestra vida con alguien, dígase noviazgo, unión libre y/o matrimonio.


Dicen que la fidelidad tiene fecha de vencimiento y que debemos estar concientes de eso.. "¿Qué? "¿Quién diablos dijo eso?" ¿Acaso no podemos ser lo suficientemente capaces de respetarnos y por lo tanto también a los demás? Entonces ¿qué derecho tendríamos a reclamar algo?

¿Cuántas de nosotras no hemos sentido en algún momento de nuestra relación, que la sombra del fantasma llamado “infidelidad” está jugando a traicionar nuestra unión de pareja?

¿Somos nosotras? ¿Es nuestra imaginación hiperactiva? ¿Es el ocio? ¿Es la monotonía? ¿Es porque no tenemos confianza en ellos? O son tan perfectos, leales, honestos, honorables, maduros, concientes y todo lo que te pasan en las películas de amor, que no lo podemos creer y queremos encontrarles algún defecto (¡Ja!).

No creo en la fidelidad de un hombre hacia una mujer y viceversa, creo en la fidelidad que mi perra me da, incondicional y pura, puedo en este momento hablarle bonito, apapacharla y aquí estará todo el día, como también puedo tratarla mal, patearla, cerrarle la puerta en la cara y aquí estará, moviéndome la cola y diciéndome con su mirada que soy su ama y que no le importa cómo la trate mientras le permita seguir a mi lado.

Si alguien me miente tengo derecho a saber la verdad porque si yo mintiera y me cacharan o no, confesaré que lo hice y por lo tanto hablaré con la verdad, creo que en caso de hacer algo que pudiera perjudicar mi relación podría, también, encontrar una solución con mi pareja, la verdad incomoda, sin embargo aprenderé a escuchar y comprometerme a cambiar. Tal vez no de la noche a la mañana, pero lo haré. Creo en no hacer promesas que no puedo cumplir.

Pieno que si una tercera persona se atraviesa en el camino es porque algo está mal en la relación, algo falta y eso que “busco fuera de la relación” y que en lugar de “poner los cuernos”, tendré la honorabilidad de hablarlo con mi pareja y hacer todo para salvar la relación, por respeto a mi pareja y a mi persona.

La fecha de vencimiento de la fidelidad llegó y la LEALTAD salvó nuestra relación.

Creo que en una relación hay que aspirar a madurar como persona y al mismo tiempo como pareja, un amor maduro es sinónimo de libertad, confianza, comunicación, consideración, respeto, tolerancia, lealtad y de evolución.