Probablemente has escuchado acerca del intercambio de parejas, algunos le llaman ¨partuza¨, ¨orgía¨ o ¨fiestita¨. Hablo de los swingers, que significa; el que oscila, que cambia o se balancea de un lugar a otro, derivado de to swing: balancearse, oscilar.
Este movimiento nació en Estados Unidos debido a que los soldados que iban a la guerra se ausentaban de casa por largos periodos. Estableciendo un pacto de no fidelidad con sus esposas, permitiendo así el encuentro con distintas parejas. Fue en la década de los sesenta y setenta cuando aparecieron en Europa y Estados Unidos las primeras publicaciones acerca del tema y los primeros clubes swingers.
¿Cómo son las parejas swingers?
Para algunos formar parte de un trío o grupo sexual puede resultar excitante. La pareja swinger celebra por sobre todo la libertad, no permite que sus creencias religiosas o políticas le impidan pasar un buen rato, tienden a ser muy abiertas de mente y poco convencionales.
Es una actividad en pareja que nace de una relación estable (hombre y mujer) y que crece como fantasía entre ambos de estar sexualmente con otras personas en el mismo lecho, un encuentro ocasional con otras parejas y después regresar a los brazos del cónyuge sin que la relación se vea fragmentada.
Esta decisión de experimentar algo más, en su mayoría sucede cuando la pareja tiene muchos años de estar juntos y desean experimentar emociones nuevas para mejorar la vida sexual. Por lo general es el hombre quien invita a su esposa a participar en esta clase de actividades.
Como pareja swinger se necesita de un alto sentido de responsabilidad, confianza mutua, madurez en la relación y ningún tipo de prejuicio ni problema de que la cama se amplíe a algunos visitantes más. El amor y el matrimonio no debe verse afectado por el sexo compartido. Así mismo quien decida hacerlo deberá ser cuidadoso de no exponer a su pareja ni a sí mismo a una situación peligrosa.
Estudios aseguran que la mayoría de las parejas swingers mejoran de una forma importante su relación sexual, se sienten libres de la hipocresía moral de la sociedad en que viven.
¿Cómo funciona la comunidad swinger?
En la comunidad swinger se tienen reglas muy específicas, la principal es aceptar que “no, es no”, todo lo que se hace debe ser de común acuerdo y acordar limites, puede ser desde compartir la habitación, unas cuantas caricias hasta el intercambio total de miembros.
Existen muchos portales en Internet donde promocionan este “estilo de vida”, se organizan fiestas donde sólo van aquellos que se han inscrito previamente, o bien fiestas clandestinas que se publican ocasionalmente en los avisos de ocasión de los periódicos. Para ello, es necesario llenar un cuestionario y pagar un monto determinado de dinero. La mayoría de estas fiestas hacen la advertencia que se tratan de encuentro heterosexual y es obligación usar preservativo.
Mi opinión
Pienso que más allá de querer experimentar algo nuevo, se trata de no tener la disposición y voluntad de alimentar la relación íntima en pareja, juntos. Las personas que no logran convencer a sus cónyuges de compartir su relación íntima con otros, es porque no comulgan con la monogamia, sólo quieren ver el bosque y no el árbol que les cobija.
Aunque hay quienes lo definen como una práctica más de amor, desechar el egoísmo y permitirse tener más placer físico, considero que es una práctica que pone en riesgo la salud mental y emocional de la relación.
No creo que sea una experiencia que pueda unir o alimentar la intimidad de pareja, pienso más bien que se trata de una actitud poco edificante y con todo respeto creo que estas parejas creen que la monogamia sexual no es más que represión del deseo. Dudo que lleve a un camino de crecimiento individual y/o de pareja, es más un modo de escape al compromiso de unión marital, emocional, afectivo, espiritual y de lealtad.