28 octubre, 2008

¡Amando y Dialogando!

¿Realmente sabemos dialogar? ¿Platicamos todas nuestras anécdotas del día, sentimientos o sueños? ¿Realmente se trata de una conversación entre ambos? ¿O sólo conversaciones superficiales?  ¿Sabemos lo que significa dialogar?

Pienso que hoy en día no sabemos dialogar en pareja, llegamos a casa y encendemos la televisión, la computadora, llegamos tarde y dormimos, llegamos a trabajar sobre lo que tenemos que hacer mañana, entre muchas otras cosas.

El diálogo es el fundamento de las interacciones humanas, dialogar con tu pareja no es sólo platicar, requiere también que sepamos escuchar con atención. Para poder dialogar  también se requiere amar  y para amar se requiere dialogar, aprendamos a escuchar por completo, de principio a fin y sin interrumpir, así podremos darnos cuenta de cuántas cosas tenemos que compartir como pareja y que tantas que ignoramos.

La mayoría de nosotros queremos tener la razón y eso hace que se nos olvide dialogar, sin embargo si podemos evitar en lo posible las discusiones, llegaremos a fortalecer el vínculo de pareja.

Muchas de nosotras hemos olvidado en ocasiones lo que significa dialogar,  sin embargo nunca es tarde para cambiar y mejorar como personas y como pareja, podemos crearnos el hábito de la conversación en nuestra pareja;  el diálogo nos ayudará a mantener nuestra relación unida y con el paso del tiempo ésta se volverá más sólida y fuerte.

En múltiples ocasiones  habrán diferencias de opinión que nos llevarán a discutir, lo realmente importante es no dejar que estas discusiones sean atendidas a tiempo y resulten ser la base de una serie de resentimientos que perjudicarán la relación.


Debemos otorgar a nuestra pareja el suficiente espacio para que exteriorice sus inquietudes. No le interrumpas, déjale terminar lo que tiene que decir aunque desde el principio su argumento te suene ilógico o fuera de lugar. Seguramente tú estarás esperando la misma atención de su parte.


Seamos sensibles, hagamos un esfuerzo por verdaderamente comprender lo que nuestra pareja quiere comunicar. Es común que creamos saber lo que nuestra pareja piensa y siente,  esto es un error, la verdad es que no tenemos la menor idea. Hay que escuchar con atención y transmitirle a nuestra pareja que captamos el mensaje que nos comunicó.


Si estas muy molesta evita discutir en ese momento, pídele a tu pareja te deje calmar, ya que normalmente cuando uno está molesto dice o hace cosas de las que después se arrepiente. Cualquier palabra dicha en estas circunstancias, puede causar una herida permanente en tu pareja o en ti. 


Lo pasado ya es historia, las personas por supuesto que cambiamos y maduramos, sobre todo cuando hay amor y estamos dispuestos a hacer todo por esa persona a la que amamos. Hay que saber perdonar y pedir perdón, de corazón, pero lo más importante hay que saber perdonarnos a nosotros mismos.  Deja atrás lo que pasó, ayuda a tu pareja y deja que ella te ayude, el presente es lo que cuenta, recuerda; El pasado, es historia. El futuro, no existe. El presente, es un milagro.


Aprende a negociar,  hay que evitar el resentimiento y esa obsesión por ganar la conversación. Concéntrate en encontrar a su lado una solución, si lo hacen de esta forma lo más seguro será que con esta resolución salgan ganando ambos, tanto por la decisión como por evitar una discusión mayor.


No seas condescendiente, quizá el tema de discusión no sea tan importante. Cuidado, se  puede entender que prefieras terminar la discusión a terminar de pleito con tu pareja, pero a largo plazo ésta aparente paz se convertirá en un sentimiento de rechazo a tu pareja. Lo que es importante para tu pareja también debe serlo para ti simplemente por que lo amas y él es importante para ti.


Aprendamos a concluir el diálogo, no dejemos cabos sueltos o promesas sin definir, habla con franqueza respetando todo lo que comente tu pareja, ten paciencia y prudencia,  encuentra el momento adecuado para expresar tus ideas. Hay que darse el tiempo para dialogar,  jamás insultes a tu pareja y lo más importante ten actitud para mejorar y demostrarle cuanto lo amas, el amor lo puede todo.


Disfunción… ¿eréctil?


Miles de matrimonios se rompen anualmente en todo el mundo, de hecho personalmente creo que en un futuro habrán más divorcios que matrimonios.

Muchas de nosotras hemos visto el matrimonio como uno de los sueños más importantes de nuestra vida, asimismo muchos de ellos han sido sacudidos por la inesperada experiencia de una separación.

Son muchos los factores que pueden llevar nuestro sueño al divorcio, como la tan afamada falta de comunicación, incompatibilidad de caracteres, falta de entendimiento, poca paciencia, celos entre otras. Sin embargo en esta ocasión les hablaré de un problema que afecta a muchas parejas y que por falta de información y apoyo en pareja es hoy en día una de las principales causas de divorcio, me refiero a la disfunción eréctil (DE).

La mayoría de nosotros, tenemos escasa información del tema y creemos que simplemente los que sufren de esta enfermedad no pueden tener una relación sexual. Nuestra pareja podría necesitar de nuestro apoyo, informémonos.


¿Qué es la disfunción eréctil?

-La disfunción eréctil (DE), impotencia o falta de erección es la incapacidad para conseguir o mantener una erección satisfactoria para el coito.

-Es causada por varios motivos, los cuales pueden ser de naturaleza psicológica o física.

-No tiene nada que ver con el deseo sexual del hombre, aunque puede que empiece a evitar el sexo con tal de no tener que pasar la vergüenza que supone este padecimiento.

-Anteriormente se pensaba que la DE era una enfermedad que tenía sólo causas psicológicas, pero hoy se sabe que puede ser síntoma de varias enfermedades, entre ellas de problemas cardiacos.

-Se puede disfrutar de la actividad sexual durante toda la vida; aunque la cantidad y la fuerza de la eyaculación y la tensión muscular se reducen.

-El ser impotente no significa tener algún tipo de problema de orgasmos o con el funcionamiento sexual.

-La impotencia no es un proceso inevitable en relación con el envejecimiento.

Según el centro de sexología Sabadell algunos factores psicógenos más comunes de la disfunción eréctil son:

-Mensajes antisexuales en la infancia

-Ambiente familiar problemático

-Información sexual inadecuada. Falsas creencias sexuales

-Primeras experiencias sexuales inadecuadas o problemáticas

-Inseguridad temprana en el papel sexual

-Baja autoestima

-Vulnerabilidad del hombre hacia la actitud de la pareja con respecto a la disfunción eréctil

-Déficit en la comunicación de pareja

-Juego erótico escaso

-Falta de percepción de las sensaciones sexuales



 

 ¿Y si tu pareja tiene DE?

Se recomienda la detección temprana para administrar cuanto antes un tratamiento eficaz que ayude al paciente a recuperar su función eréctil, restableciendo su vida sexual.

Pese a que la DE representa la incapacidad para mantener una erección por parte del hombre, es un problema que afecta directamente a la mujer. La salud sexual es un factor determinante para la calidad de vida en pareja. Ser pareja de alguien con DE puede ser un papel difícil, ya que la mujer puede sentirse culpable, poco atractiva, no  deseada por su pareja o incluso sentir rechazo de la misma.

Lo mejor que puedes hacer como pareja es afrontar la situación, hablar con tu pareja lo más abierta y sensible posible sin olvidar que no es un tema fácil de tratar, de otra manera tu relación podría verse afectada y regularmente las mujeres comienzan a mostrarse distantes, cambiando su humor y propiciando dudas en la pareja, por lo tanto más problemas.

Es importante compartir con tu pareja todas las fases del proceso, tanto para recuperar la vida sexual como para apoyar y animar  y de esta forma también estamos generando y fortaleciendo la unión de pareja.